Marytere Patino Martinez

Marytere, hija de Rosa María Martínez y Ramiro Patiño, nacio en Tarimoro, Guanajuato, México. En febrero de 1986, Ramiro falleció repentinamente. Durante su temprana juventud en México, Marytere fue cuidada por su madre y sus abuelos maternos, Guadalupe y Agapito Martínez.
En 1993, Marytere emigró a Richardson, Texas, donde ella asistió a la escuela primaria hasta la preparatoria. Ella y su mamá vivían con su tía de Marytere, Guadalupe, y su tío Salvador Monzón. Allí se crió con sus primos José y Salvador III. A sus ojos, siempre fueron sus hermanos pequeños. En octubre de 1999, la madre de Marytere se casó con Douglas Edward Ball.
Durante su tiempo en la preparatoria Richardson Highschool, Marytere conoció y comenzó a salir con su entonces futuro esposo, Huber Macias. El 20 de mayo de 2006, poco después de graduarse, se casaron e iniciaron su camino como esposos. Durante el comienzo de su matrimonio, Marytere trabajó como asociada de ventas para Floor and Décor. Disfrutó su tiempo en ventas, donde pudo crecer como una adulta.
Antes de formar su familia, Marytere y Huber acordaron que no querían que nadie más criara a sus hijos. Ella se mantuvo firme en quedarse en casa y criar a sus hijos por si misma. Estaba lista para comenzar su próximo capítulo en la vida como madre.
El 14 de abril de 2008, Marytere dio a luz a su primogénito, David Edward Macias. Un año y medio después, el 6 de octubre de 2009, dio a luz a su segundo hijo, Joshua Isaac Macias. Estos chicos eran el orgullo y la alegría de su vida, ellos eran una de las principales razones por las que luchó tan duro durante su letal enfermedad. A Marytere le encantaba criar, cocinar, crear artes y manualidades, bailar, y cantar y escuchar música con sus hijos.
Marytere, con el apoyo de su esposo Huber, inculcó una fundación caritativa y familiar en sus hijos, David y Joshua. Siempre tuvo su casa abierta a los amigos de sus hijos y fue una mano amiga activa en su barrio de La Prada. Era una apasionada amante de los animales. Incluso en su condición que se encontraba, acogía animales perdidos o abandonados hasta encontrarles un nuevo hogar. Su corazón bondadoso y amoroso se extendía a todo ser vivo.
En los últimos meses su enfermedad crónica redujo a Marytere a quedarse en casa, visitar a amigos y familiares, y ver sus películas y programas favoritos.
Marytere tenía una sonrisa radiante una risa contagiosa y una visión optimista de la vida. Estos eran algunos de los muchos atributos para que cualquiera que haya tenido el placer de conocer a Marytere durante cinco minutos o incluso que la hayan conocido durante sus treinta y siete cortos años sufrirán una profunda y lamentable pérdida al saber de su partida.
Las familias Macías, Ball y Monzon agradecen todas sus reconfortantes y conmovedores deseos y apoyo durante la pérdida de una madre, esposa, hija, sobrina, hermana, prima y mejor amiga. Gracias, Señor, por poner un hermoso ángel entre nosotros los mortales.

Marytere was born to Rosa Maria Martinez and Rami Patiño in Tarimoro, Guanajuato, Mexico. In February of 1986, Rami passed away suddenly. During her early youth in Mexico, Marytere was cared for by her mother and maternal grandparents, Guadalupe and Agapito Martinez.
In 1993, Marytere and Rosa immigrated to Richardson, Texas, where she attended elementary through high school. They lived with Marytere's Aunt, Guadalupe, and Uncle Salvador Monzon. There she was raised with her cousins Jose and Salvador III. In her eyes, they were always her little brothers. In October 1999, Marytere's mother married Douglas Edward Ball.
During her time at Richardson High School, Marytere met and began dating her then‐future husband, Huber Macias. On May 20, 2006, shortly after graduating, they married and initiated their journey as Husband and Wife. During the beginning of her marriage, Marytere worked as a sales associate for Floor and Décor. She enjoyed her time in sales, where she was able to grow as a young adult.
Before starting their family, Marytere and Huber agreed that they did not want someone else raising their children. She was adamant about staying home and raising their children herself. She was ready to begin her next chapter in life as a mother.
On April 14, 2008, Marytere gave birth to her firstborn, David Edward Macias. A year and a half later, on October 6, 2009, she gave birth to her second son, Joshua Isaac Macias. These boys were the pride and joy of her life. They were one of the main reasons she fought so hard during her ailing battle. Marytere loved raising, cooking, creating arts and crafts, dancing, and listening to music with her sons.
Marytere, with the support of her husband Huber, instilled a charitable and family‐oriented foundation in their children, David and Joshua. She always had her home open to her son's friends and would be an active helping hand in her neighborhood of La Prada. She was a passionate animal lover. Even in her condition, she would foster stray and lost animals until she found them a new home. Her kind and loving heart extended to every living being.
In the last few months, her chronic disease reduced Marytere to staying at home, visiting friends and family, and binge‐watching her favorite movies and shows.

Marytere had a radiant smile, contagious laugh, and optimistic outlook on life. A few attributes for anyone who had the pleasure to meet Marytere for five minutes or even knew her for thirty‐seven short years will endure a profound loss.
The Macias, Ball, and Monzon families appreciate all the heartwarming affirmations and support during the loss of a mother, wife, daughter, niece, sister, cousin, and best friend.
Thank you, Lord, for putting a beautiful angel among us mortals.

To send flowers to the family or plant a tree in memory of Marytere Patino Martinez, please visit our floral store.